Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

II Reyes 20, 1-20

1 En aquellos días Ezequías cayó enfermo de muerte. El profeta Isaías,
hijo de Amós, vino a decirle: «Así habla Yahveh: Da órdenes acerca de tu
casa, porque vas a morir y no vivirás.»

2 Ezequías volvió su rostro a la pared y oró a Yahveh diciendo:

3 «¡Ah, Yahveh! Dígnate recordar que yo he andado en tu presencia
con fidelidad y corazón perfecto haciendo lo recto a tu ojos.» Y Ezequías
lloró con abundantes lágrimas.

4 Antes de que Isaías hubiera salido del patio central, le fue dirigida la
palabra de Yahveh diciendo:

5 «Vuelve y di a Ezequías, jefe de mi pueblo: Así habla Yahveh, Dios
de tu padre David: He oído tu plegaria y he visto tus lágrimas y
voy a
curarte. Dentro de tres días subirás a la Casa de Yahveh.

6 Voy a darte quince años más de vida y te libraré a ti y a esta ciudad
de la mano del rey de Asiria, y ampararé esta ciudad por quien soy y por
amor a mi siervo David.»

7 Isaías dijo: «Tomad una masa de higos.» La tomaron, la aplicaron
sobre la úlcera y sanó.

8 Ezequías dijo a Isaías: «¿Cuál será la señal de que Yahveh me va a
curar y dentro de tres días subiré a la Casa de Yahveh?»

9 Isaías respondió: «Esta será para ti, de parte de Yahveh, la señal de
que Yahveh hará lo que ha dicho: ¿Quieres que la sombra avance diez
grados o que retroceda diez grados?»

10 Ezequías dijo: «Fácil es para la sombra extenderse diez grados. No.

Mejor que la sombra retroceda diez grados.»


11 El profeta Isaías invocó a Yahveh y Yahveh hizo retroceder la
sombra diez grados sobre los grados que había recorrido en los grados de la
habitación de arriba de Ajaz.

12 En aquel tiempo Merodak Baladán, hijo de Baladán, rey de
Babilonia, envió cartas y un presente a Ezequías porque había oído
que
Ezequías había estado enfermo.

13 Se alegró Ezequías por ello y enseñó a los enviados su cámara del
tesoro, la plata, el oro, los aromas, el aceite precioso, su
arsenal y todo
cuanto había en los tesoros; no hubo nada que Ezequías no les mostrara en
su casa y en todo su dominio.

14 Fue el profeta Isaías al rey Ezequías y le dijo: «¿Qué han dicho
estos hombres y de dónde han venido a ti?» Respondió Ezequías: «Han
venido de un país lejano, de Babilonia.»

15 Dijo: «¿Qué han visto en tu casa?» Respondió Ezequías: «Han
visto cuanto hay en mi casa; nada hay en los tesoros que no les
haya
enseñado.»

16 Dijo Isaías a Ezequías: «Escucha la palabra de Yahveh:

17 Vendrán días en que todo cuanto hay en tu casa y cuanto reunieron
tus padres hasta el día de hoy será llevado a Babilonia; nada quedará, dice
Yahveh.

18 Se tomará de entre tus hijos, los que han salido de ti, los que has
engendrado, para que sean eunucos en el palacio del rey de Babilonia.»

19 Respondió Ezequías a Isaías: «Es buena la palabra de Yahveh que
me dices.» Pues pensaba: «¿Qué me importa, si hay paz y seguridad en mis
días?»

20 El resto de los hechos de Ezequías, toda su bravura, cómo hizo la
alberca y la traída de aguas a la ciudad ¿no está escrito en el libro de los
Anales de los reyes de Judá?